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¿Te has preguntado por qué mi perro me da mordisquitos? En los cachorros es común ver y esperar que mordisqueen todo (incluido tú), así como uno que otro destrozo. Los pequeños están en periodo de exploración y conocimiento, siendo la boca una de las principales formas que tienen para hacerlo. Pero, no todos los mordiscos son iguales y, en este caso, se tratan de mordisquitos repetitivos y suaves o como pellizcos rápidos que se presentan en situaciones libres de tensión, miedo o agresividad.
- ¿Por qué mi perro me da mordisquitos?
- ¿Cuándo los mordisquitos son preocupantes?
¿Por qué mi perro me da mordisquitos?
Con lo anterior en mente, podemos hablar de este comportamiento tan típico de los perros. Lo importante es analizar el contexto en el que aparecen los mordiscos, la emoción que puede estar experimentando tu perro y la intensidad.
Si tu mascota te da mordisquitos regularmente, puede deberse a:
1. Está jugando o quiere jugar
Los perros juegan entre ellos a perseguirse y morderse como parte de su naturaleza, lo que también les sirve (entre otras cosas) para medir la fuerza de su mordida. Así que, tu mascota puede aplicar este comportamiento contigo al considerarte parte de su grupo social. Son mordiscos sin apretar demasiado y en la parte del cuerpo que alcance, además, suele venir acompañado de una carrera o persecución. Uno que otro ladrido, adoptar la posición de patas delanteras y cabeza abajo, mientras que la parte trasera está arriba y la cola moviéndose también es posible.
2. Una conducta exploratoria
Los adolescentes y cachorros son muy curiosos, con ansias de explorar los que les rodea usando su boca. Con los mordiscos pequeños pueden descubrir texturas, sabores e incluso se relacionan con otros. De hecho, esto es lo que los lleva a jugar a cazar cualquier cosa que encuentren o se mueva muy rápido, como los pies y las manos. Razón por la que puede estar desarrollando su conducta exploratoria contigo y ser la respuesta a por qué mi perro me da mordisquitos.
3. Quiere espacio
Si un perro está incómodo y quiere que la persona se aleje dejándolo tranquilo, puede recurrir a los mordisquitos para ello. Tu mascota puede querer espacio, sintiendo molestia por la presencia o la atención que alguien le da. ¿Cómo reconocer esto? Por lo general, los perros emiten lo que se conoce como señales de calma que son bastante sutiles y que muchas veces son ignoradas. Estas pueden ser relamerse, bostezas o girar la cara y, cuando son obviadas, recurre a muestras más intensas conocidas como señales de amenaza. Los gruñidos y los pequeños mordiscos son algunas de estas, las cuales aplican con el hocico arrugado o los labios levantados.
4. Busca atención
¿Por qué mi perro me da mordisquitos? ¿Será que quiere atención? Esta suele ser una de las primeras cosas que se les ocurre a los cuidadores y pueden estar en lo cierto. Uno de los motivos que puede llevar a tu perro a darte pequeños mordisquitos es el aburrimiento, la demanda de atención y la frustración. Cualquier parte del cuerpo puede ser el blanco, así como puede tirar de la ropa que llevas puesta como solicitud.
¿Cuándo los mordiscos son preocupantes?
Los mordiscos no tienen por qué ser algo negativo o implicar un problema de agresividad. Sin embargo, si tu mascota lo hace demasiado, no logra controlar la fuerza de la mordida o llega a hacer daño, es momento de actuar. Esto puede deberse a un problema de socialización, de estrés o nerviosismo y lo mejor es parar la acción y acudir con profesionales en conducta canina que puedan determinar si es un trastorno y qué hacer a continuación.
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